En este artículo, hemos seleccionado para ti ocho de las obras más bellas de Rachmaninoff para tocar en el piano Desde sus Preludios hasta su Rapsodia sobre un tema de Paganini, así como su famoso Concierto para piano nº 2, sumérgete en la historia de las mayores obras maestras de Rachmaninoff para piano. Por supuesto, ¡podrás encontrar todas las partituras con digitaciones y acompañamientos en la app de Tomplay siguiendo los enlaces!

Sergei Vassilievitch Rachmaninov nació en Rusia el 2 de abril de 1873, en una gran finca cerca de Nóvgorod. Fue el cuarto de seis hijos de padres nobles y vivió una infancia feliz en la finca familiar, rodeado de arte y música, como solían hacerlo las familias aristócratas de Rusia en esa época. 

Desde pequeño, Sergei mostraba ser un soñador, a veces melancólico, pero siempre trabajador. Comenzó a estudiar música con su madre a los cuatro años y continuó en el Conservatorio de San Petersburgo. Entre los 12 y los 16 años, fue alumno de Nikolai Zverev, amigo de Anton Rubinstein y de Tchaikovski.

Zverev era un profesor reconocido y respetado, por su rigor y también por su severidad. Algunos de los alumnos talentosos del Conservatorio vivían con él y se sometían a una estricta disciplina de trabajo. Además de enseñar música, Zverev también les proporcionaba una amplia educación cultural, con acceso a su biblioteca y organizaba visitas al teatro, conciertos y óperas.

Durante su tiempo en el Conservatorio, Rachmaninoff conoció a destacados músicos, como Tchaikovsky, quien reconoció su talento y lo inspiró a seguir adelante. A pesar de su deseo inicial de dedicarse a la composición, Rachmanivoff enfrentó desafíos con Zverev, quien creía que su habilidad excepcional en el piano era incompatible con la composición. 

1892: Piezas de fantasía, Opus 3 - Nº 2 Preludio en do sostenido menor

▶️ Toca el Preludio nº 2 en do sostenido menor en piano solo 

Sergei estaba cansado de las largas horas de estudio que le imponía su profesor, asi que decidió irse a vivir con su tía Satine y sus primos en Ivanovka, una finca preciosa donde solían pasar los veranos juntos. Fue allí donde encontró la libertad y la inspiración para componer su famoso Preludio n. 2 en do sostenido menor. 

Extraído de las cinco Piezas de fantasía, Opus 3, el Preludio nº 2 en do sostenido menor es una de las piezas para piano más famosas de Rachmaninoff y también una de sus primeras composiciones.

Rachmaninoff sólo tenía 19 años cuando lo escribió en 1892 y al mismo tiempo comenzó una carrera como virtuoso. El Preludio empezó a hacerse famoso durante su vida, a pesar de que él no lo tenía en gran estima.

En la primera parte Lento, el tema en acordes tocado por ambas manos va seguido de amplios arpegios ternarios en la mano derecha sobre notas graves tocadas por la mano izquierda en la segunda parte Agitato.

En la tercera parte, el tema se retoma de forma más desarrollada con ambas manos: los acordes son más ricos, pesados y se tocan triple forte. El tema parece mucho más demostrativo y requiere una gran resistencia.

La intensidad disminuye bruscamente a lo largo de dos compases y la pieza termina con acordes cada vez más tranquilos, que recuerdan el sonido de las campanas, una de las grandes características de la escritura de Rachmaninoff para piano. 

Aunque no es una pieza virtuosa y se encuentra entre las más fáciles de Rachmaninoff, no es sencilla de tocar, a pesar del tempo lento: el tema acorde requiere mucha fuerza, una buena coordinación de los dedos y una buena posición de las manos para poder alcanzar todas las notas del acorde simultáneamente sin levantar los dedos del teclado. Además, ambas manos derecha e izquierda se cruzan todo el tiempo durante la primera sección.

A Rachmaninoff le encantaba el cine; durante una visita a los estudios Walt Disney con Horowitz, vio una película de Mickey Mouse, The Opry House, en la que el ratón interpreta el papel de un pianista que interpreta este famoso Preludio. Dijo: "He oído mi inevitable Preludio bien tocado por algunos de los mejores pianistas, cruelmente masacrado por otros, ¡pero ninguna interpretación me ha conmovido tanto como la del gran maestro Mickey Mouse"!

Toca el Preludio n.º 2 en do sostenido menor en piano solista con Tomplay y aprovecha la grabación profesional de la pieza sincronizada con la partitura, ¡puedes escucharla simplemente por placer o para inspirarte!

1892: Piezas fantásticas, Opus 3 - Nº 1 Elegía en mi bemol menor

▶️ Toque la Elegía nº 1 en mi bemol menor a piano solo

En Ivanovka, se enamoró de su prima Natalia, que más tarde se convertiría en su esposa. Aprobó su examen de piano en 1891 y escribió sus Piezas fantásticas en 1892, así como su ópera en un acto, Aleka, animado por Tchaikovski, por la que ganó un premio de composición un año antes.

Sigamos explorando las Piezas fantásticas, el título de este ciclo refleja más el carácter de estas piezas que su forma musical, ya que ninguna de ellas es realmente "fantástica" en su estructura.

Rachmaninoff las tocó en público por primera vez en Járkov el 27 de diciembre de 1892 y dos meses más tarde, ese mismo día le regaló a Tchaikovsky - su ídolo y mentor- los primeros ejemplares de la serie que acababa de publicarse.

Sergei Rachmaninoff es más conocido por sus explosivos Preludios que por sus contemplativas Elegías. Sin embargo, la inesperada dulzura y fluidez de la Elegía en mi bemol menor, la primera pieza del ciclo destaca entre las demás creaciones típicas del compositor. 

La Elegía no tiene el carácter dramático del famoso Preludio en do sostenido menor presentado anteriormente. Aquí, la suave melancolía de la pieza invita a una introspección más serena. No atrae al oyente con una melodía pegadiza, sino que atrapa el corazón con su ligereza y claridad, ilustrando maravillosamente el genio del compositor en este estilo que, lamentablemente, exploró tan poco.

Pianista polifacético, sensible y gran técnico, Rachmaninoff sigue sorprendiéndonos con esta obra que cambia nuestras expectativas al escucharla, modificando a menudo las cadencias armónicas y los patrones rítmicos. La melodía de la mano izquierda no abruma a la derecha: se hace eco de ella y la apoya.

La Elegía es difícil de encasillar: es triste sin ser deprimente, melancólica sin ser banal y, al igual que nuestras emociones, es compleja y siempre cambiante.

Toca la Elegía en mi bemol menor en piano solista con Tomplay y aprovecha la grabación profesional de la pieza sincronizada con la partitura, para escucharla simplemente por placer o para inspirarte.

1900: Concierto para piano n.º 2, Opus 18 - I. Moderato

▶️ Toque el primer movimiento Moderato del Concierto para piano nº 2, Opus 18, con acompañamiento orquestal

Rachmaninoff prosiguió con éxito su brillante carrera como compositor y pianista que le llevó a viajar a Europa, pero la aventura tomó otro rumbo con la creación de su Primera Sinfonía, que resultó desastrosa...

Pasemos al Concierto para piano nº 2 en do menor. Se trata sin duda de la obra más popular de Rachmaninoff. Sin embargo, se encontraba en su momento más bajo cuando escribió sus primeras notas hacia 1900.

Su Primera Sinfonía, creada en 1897 bajo la dirección del director Alexandre Glazounov, fue un fracaso. Se dijo que este último estaba borracho y que la representación fue un fiasco. Rachmaninoff no pudo entrar en la sala de conciertos la noche del estreno. La crítica fue despiadada. La obra lleva un lema: "La venganza es mía".

El compositor cayó en una depresión que duró más de tres años. Fue el neurólogo Nikolai Dahl, también buen músico aficionado, que le trató mediante hipnosis, quien le sugirió que escribiera un segundo Concierto para piano. Fue así como salió definitivamente de su depresión y dedicó su Concierto a su médico y amigo.

El 27 de octubre de 1901, el Concierto nº 2 fue interpretado por primera vez por la Sociedad Filarmónica de Moscú y obtuvo un éxito rotundo.

El primer movimiento Moderato comienza únicamente con el piano, que resuena como las campanas de una iglesia, fiel a la música de Rachmaninoff. Le sigue una tormenta de temas variados en los que el piano y la orquesta se mezclan y complementan, terminando en un grandioso final.

En este primer movimiento, el compositor parece escenificar el exorcismo de sus recuerdos más oscuros y dolorosos que le habrían llevado a la perdición.

Toca el primer Moderato del movimiento Concierto para piano n.º 2 en do menor disponible en varios niveles de dificultad con acompañamiento de una orquesta real, hemos grabado en estudio a algunos músicos de orquesta profesionales para ofrecerte un acompañamiento de calidad incomparable. Definitivamente espectacular.

1900: Concierto para piano n.º 2, Opus 18 - II. Adagio sostenuto

▶️ Toque el segundo movimiento Adagio sostenuto del Concierto para piano n.º 2, Opus 18, con acompañamiento orquestal

En esta fabulosa obra maestra, el Concierto para piano n.º 2, la musicalidad exige virtuosismo en la interpretación tanto como virtuosismo técnico, que intensifica los desarrollos musicales en lugar de simplemente enlazarlos.

Tocar el Concierto para piano nº 2 de Rachmaninoff no es fácil, sobre todo para los pianistas que tienen manos pequeñas o dedos gruesos, ya que se requieren un amplio estiramiento de la mano como un control preciso del peso de los dedos. 

Al escuchar el segundo movimiento Adagio sostenuto, el músico parece haber renacido de sus cenizas y haber vuelto a la vida. Su estado sigue siendo frágil, pero ha renovado la esperanza.

Este Concierto ha inspirado en gran medida algunas grandes creaciones musicales de todas las épocas y el segundo movimiento, en particular, sirvió de base para el tema del éxito Pop-Rock de 1976 "All by Myself" de Eric Carmen y el éxito de David Bowie "Life on Mars?".

Toca el segundo Adagio sostenuto movimiento  disponible en varios niveles de dificultad y con el acompañamiento de una orquesta real. Contamos con músicos de orquesta profesionales de estudio para ofrecerte un acompañamiento de calidad incomparable. 

Gracias a nuestra colaboración con Deutsche Grammophon, las partituras originales de este segundo movimiento contienen la mítica grabación del pianista Sviatoslav Richter, para escuchar simplemente por placer o para inspirarte.

1901: Suite nº 2, Opus 17

▶️ Toque la Suite nº 2, Opus 17, con acompañamiento de piano

Rachmaninoff compuso los cuatro movimientos Introducción, Vals, Romance y Tarantela de su Suite nº 2 para dos pianos cuando escribía su exitoso Segundo concierto para piano, habiendo recuperado su estima y entusiasmo.

Desde el principio, la obra es asertiva y audaz. La sólida marcha inicial de la Introducción precede a un chispeante Vals, la primera de las dos danzas de la obra, que ofrece una melodía maduramente romántica con un ritmo de acordes sobre un acompañamiento fluido, otra gran característica de la escritura de Rachmaninoff.

El tercer movimiento Romance está magníficamente concebido y rebosa lirismo y fantasía. La parte esencial del movimiento es introspectiva, pero el punto álgido central, apasionado, revisita el mundo expresivo del Vals precedente.

Rachmaninoff cierra su segunda Suite con otra danza, una Tarantela. Aquí de nuevo, el compositor está en su mejor forma, creando un final que exige un virtuosismo asombroso de ambos pianistas.

En toda la Suite, Rachmaninoff combinó las dos partes de piano de tal forma que se funden la una en la otra, como si crearan una entidad indivisible.

Sergei Rachmaninoff y su primo y maestro Alexander Siloti - también famoso por su talento al piano - interpretaron con éxito la obra por primera vez el 24 de noviembre de 1901 durante un concierto de la Sociedad Filarmónica de Moscú, un fuerte símbolo de renovación para su creador, que en aquel entonces estaba desanimado.

Toca Suite nº 2, Opus 17con acompañamiento de piano, elige tocar la parte de piano Primo o Secondo, ¡acompañado por una grabación profesional del otro piano!

1901: 10 Preludios, Opus 23 - No. 5 Alla marcia

▶️ Toca el Preludio nº 5 Alla marcia, Opus 23, en piano solista

Los 10 Preludios de Rachmaninoff son técnicamente exigentes sin dejar de ser accesibles. Entre ellos, el Preludio nº 5 en sol menor, alla marcia, el primogénito de la serie, es el más conocido. Evoca la fuerza y la inmensidad del país natal del compositor ruso, así como el poder y la riqueza de su cultura.

Sabemos que la música de Rachmaninoff es conocida por la gran destreza técnica que requiere y este Preludio no es una excepción ya que el primer tema requiere un gran movimiento de la mano izquierda. En cuanto al segundo, casi puede considerarse como un estudio, ya que los interminables arpegios que se tocan en la mano izquierda dan paso a la melodía polifónica de la mano derecha.

Al estudiar una pieza tan poderosa, es importante no dejarse llevar por su lado romántico y apasionado, para retener la interpretación que requiere y no dejar que se arraiguen los malos hábitos.

Toca el Preludio nº 5 Alla marcia, Opus 23, en piano solista con Tomplay y aprovecha la grabación profesional de la pieza sincronizada con la partitura, ¡para escucharla simplemente por placer o para inspirarte!

1912: 14 Romances, Opus 34 - No. 14 Vocalise

▶️ Tocar la Vocalise, Opus 34 en piano solo

Los primeros quince años del siglo XX fueron quince años maravillosos en los que Rachmaninoff vivió feliz y cómodamente, sobre todo en la finca de Satine, cerca de Moscú, donde siempre le había gustado refugiarse durante el verano para descansar de sus numerosas giras y componer. 

La maravillosa Vocalise que te presentamos aquí es la última pieza de la colección de 14 Romanzas, Opus 34, de Rachmaninoff. Fue escrita originalmente para voz de soprano o tenor con acompañamiento de piano y no tiene letra para poder ser cantada utilizando el sonido de una sola vocal.

Al ser muy expresiva, esta pieza revela tanto una gran alegría como una gran tristeza. Es música sombría y sagrada. 

Fue compuesta en 1912 y publicada durante los oscuros días de la Primera Guerra Mundial, en 1915, un periodo marcado también por la muerte de su amigo, el compositor Alexander Scriabin. Comenzaba entonces otro periodo difícil para Sergei Rachmaninoff. 

Toca la Vocalise, Opus 34 en piano solista con Tomplay y aprovecha la función de manos separadas, ¡que te permite practicar una mano acompañada de una grabación de alta calidad de la otra mano!

1934: Rapsodia sobre un tema de Paganini, Opus 43

▶️ Toca la Rapsodia sobre un tema de Paganini, Opus 43

El comienzo de la Gran Guerra marcó el final del periodo más feliz de la vida de Rachmaninoff. Sentía reprimida su necesidad de crear y le atormentaban pensamientos sobre la muerte. A principios de 1916, la ansiedad del compositor se convirtió en una crisis emocional acompañada de dolores físicos, probablemente de naturaleza psicosomática. 

La guerra fue un desastre para su país y pronto llegó la Revolución de Octubre, que le obligó a abandonar definitivamente su querida tierra natal.

Partiendo con "sus manos como único activo", como diría uno de sus amigos antes de su exilio, comenzó una nueva vida como virtuoso del piano a tiempo completo a la edad de 44 años con su amigo Nikolai Medtner.

La necesidad de trabajar intensamente con el instrumento y de construir un repertorio le alejaron de la composición. A pesar de todo, sus giras por Estados Unidos y Europa, que llegó a considerar como trabajos forzados, le permitieron vivir muy cómodamente.

Durante el otoño de 1930, Sergei Rachmaninoff tenía 57 años. Lo que más amaba era la vida familiar y sólo viajaba por obligación profesional, estaba cansado, agotado por los conciertos y afectado por el fracaso de su cuarto Concierto para piano.

Así que decidió volver a Europa, donde se construyó una casa en Suiza a la que llamó Sénar, por su nombre de pila y el de su esposa Natalia, y terminado en la "r" de Rachmaninoff. Era feliz en su hogar, que le recordaba a la casa de sus primos Satine y allí componía, trabajaba en el jardín y cuidaba con ternura a sus dos nietos.

La última obra que nos gustaría presentar es una obra grandiosa que lleva el nombre de Rapsodia. Sin embargo, en realidad está estructurada según el principio de un tema y variaciones.

Son veinticuatro, todos ellos basados en el Capricho para violín solo nº 24 de Niccolò Paganini. Antes que Rachmaninoff, Johannes Brahms, en sus Variaciones sobre un tema de Paganini, y Franz Liszt, en sus Seis estudios sobre Paganini, ya habían explotado este tema.

Aunque la obra está concebida para ser interpretada por un solo músico, puede dividirse en tres secciones que corresponden a los tres movimientos de un concierto. Por lo tanto, sería bastante sensato pensar que esta Rapsodia es en realidad el Quinto Concierto para piano de Rachmaninoff disfrazado.

Es sobre todo la 18ª variación la que ha dado nombre a esta obra, expresión última y emblemática del romanticismo tardío de Rachmaninoff. Uno podría creer que no tiene nada que ver con Paganini, sin embargo, cuando miramos más de cerca, podemos ver que el genial compositor ha invertido las notas del tema de Paganini, ¡utilizando la simetría horizontal!

La partitura de Tomplay de la Rapsodia sobre un tema de Paganini, Opus 43, están sincronizada con un acompañamiento orquestal profesional grabado en estudio por nosotros. Inicia solo la pista de audio de la orquesta, que hará que tus partituras se desplacen automáticamente, y ¡toca en compañía de la orquesta desde la sala de tu casa!

El último trabajo.

En 1941, aunque sólo componía en contadas ocasiones, Rachmaninoff escribió su última obra, las Danzas sinfónicas, una alegoría de la vida. Obtuvo la nacionalidad estadounidense tras la compra de una casa en Beverly Hills y, hacia 1942, empezó a sentir los dolores del cáncer de pulmón que le mató el 28 de marzo de 1943, a la edad de 69 años. Según su testamento, fue enterrado en el Estado de Nueva York, lejos de Ivanovka.

Así termina la historia de este legendario compositor y pianista ruso, exiliado tras la revolución comunista de 1917 para convertirse en una de las estrellas de concierto mejor pagadas de su época, uno de los pianistas más influyentes del siglo XX y uno de los más grandes compositores del final del periodo romántico.

A lo largo de este artículo, hemos optado por deletrear su nombre "Rachmaninoff" a la manera europea, en parte porque Sergei Vassilievitch Rachmaninov siempre había escrito su nombre en alfabeto latino como Serge Rachmaninoff, con su nombre en francés y una doble "f" al final de su apellido. Esta adaptación le permitió sin duda evitar que su patronímico fuera asesinado por las lenguas europeas, ¡además de poder exportar su música más fácilmente!

Puedes encontrar todas las partituras de Rachmaninoff en el catálogo de piano de Tomplay y aprovechar todas las funcionalidades de la app para trabajar en estas exquisitas obras, a menudo complejas, en las mejores condiciones.